A la hora de comprar un coche de segunda mano, una de las cosas en las cuales más nos fijamos es en el kilometraje del vehículo.

Un coche con pocos kilómetros está mejor valorado que cualquier otro con más cantidad de kilómetros en el marcador. Incluso se le presta más atención al kilometraje que a otros aspectos del vehículo como el estado del interior, color, el estado del motor y piezas más importantes o el uso que se le ha dado al vehículo.

¿Es esencial un kilometraje bajo para disfrutar con garantías de un buen coche de segunda mano?

Obviamente menos kilómetros es igual a menos desgaste de sus piezas mecánicas, no obstante coches de pocos kilómetros puede que no hayan dispuesto del suficiente rodaje para que sus piezas móviles acoplen en el engranaje, ya que necesitan ser lubricadas de manera habitual y a temperaturas de trabajo.

El precio de  un coche con pocos kilómetros es otro aspecto a tener en cuenta, ya que costará más que un coche de menos años de la misma marca pero con más kilómetros.

A la hora de comprar un coche de segunda mano y fijándonos en el kilometraje, es de recalcar que en estos casos es muy importante confiar en el asesoramiento de un profesional  a los que avalen años en el sector. No es lo mismo un vehículo bien cuidado con 300.000km que uno que haya recibido un trato salvaje y no tenga por ejemplo ni  100.000km ya que ellos tendrán más información que nadie sobre el estado del vehículo.

 

 

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