En los tiempos que corren, muchos son los que quieren vender su vehículo usado, la clave está en el precio. La mayoría de veces es por el poco uso que se le hace, por la compra de un vehículo nuevo o tristemente… por motivos económicos y personales.

Vehículos que crean gastos como tener el seguro en vigor, deben pasar periódicamente como le marque la ficha técnica la ITV, pagar el impuesto de circulación, y llevar el mantenimiento de motor y sistemas de seguridad al día, revisado siempre por un taller especializado.

Cuando una persona toma la decisión de vender su propio vehículo, la mayoría sin querer, piensa en los muchos motivos que le unen a él y que equivocadamente le llevarán a establecer un precio no adecuado. No deben ser los motivos emocionales, sino que hay que evaluar una serie de aspectos que te contamos a continuación:

• Antigüedad del vehículo
• Kilometraje del mismo.
• Estado de chapa y pintura e interiores.
• Desgaste del mantenimiento de filtros, aceites, correas, frenos…etc.
• Confort del vehículo, elevalunas, climatizador, airbags, radio, calefacción…etc.

Estos son los principales aspectos que nos llevarán a delimitar el precio de nuestro vehículo de una forma mucho más profesional y también conseguiremos establecer el precio lo más cercano a lo que el MERCADO dicta. Todos sabemos que un vehículo desde que sale del concesionario empieza a devaluarse. Por eso es aconsejable cuidar y mantener nuestro vehículo en las mejores condiciones posibles.